La Noche de los Clones Fantasmales

Era la víspera de Halloween en la aldea de Konoha, y todo estaba decorado con calabazas, linternas y telas de araña. Naruto, como siempre, decidió hacer de las suyas para darle un toque especial a la celebración, pero esta vez no estaba solo. Junto a él, estaban sus amigos del escuadrón especial de ninjas de élite: Filo Nocturno, Pupila Carmesí, Bailarina Vendaval, Colmillo Añil y Puño de Tierra.

Naruto, lleno de emoción, propuso un plan: "¿Qué tal si hacemos que Halloween sea más interesante? Usaré mis clones de sombra para dar unos buenos sustos por toda la aldea. ¡Será genial!"

Filo Nocturno, el ninja rápido y sigiloso, sonrió. "Siempre estás metido en líos, Naruto. Pero, ¿por qué no? Un poco de diversión no hace daño a nadie."

Pupila Carmesí, con su mirada aguda y siempre analítica, advirtió: "Naruto, ¿estás seguro de que no habrá consecuencias? Tus clones no siempre son fáciles de controlar."

Pero Naruto, sin escuchar las advertencias, realizó su técnica de clonación de sombras. Sin embargo, en vez de los clones normales que todos conocían, aparecieron versiones espectrales de Naruto, con ojos brillantes y un aura tenebrosa a su alrededor. Las figuras fantasmales flotaban en el aire, riendo de manera espeluznante.

Uno de los clones se acercó a Naruto y dijo: "¡Esta noche, somos los dueños de la aldea! ¡Nada nos detendrá, ni siquiera tú!"

Colmillo Añil, siempre valiente y dispuesto a luchar, desenvainó sus espadas. "¡No permitiré que unos clones fantasmas hagan de las suyas! ¡Vamos a enfrentarlos!"

Bailarina Vendaval, con su destreza y agilidad inigualables, dio una voltereta hacia adelante y exclamó: "¡Esto será divertido! ¡Vamos a darle una lección a esos clones espantosos!"

Sin embargo, antes de que pudieran lanzar el primer ataque, Puño de Tierra, el más tranquilo y sensato del grupo, intervino. "Esperen. Creo que no debemos luchar. Son clones de Naruto... no tienen malas intenciones. Quizás lo que buscan es divertirse."

Naruto se rascó la cabeza, nervioso. "¡Solo quería asustar a la aldea, no provocar un caos de fantasmas!"

Los clones, ahora dispersos por toda la aldea, estaban dando sustos a los aldeanos, pero sus acciones eran más cómicas que aterradoras. Uno de los clones fantasmales entró a la tienda de ramen de Ichiraku y comenzó a flotar sobre los tazones, intentando comer ramen, pero solo lo atravesaba sin poder saborearlo. Otro trataba de asustar a Kakashi mientras él leía su libro, pero Kakashi simplemente levantó una ceja sin inmutarse.

Pupila Carmesí, con su mirada seria, propuso una solución: "Podemos controlarlos si les damos lo que quieren. Son clones... creados para cumplir los deseos de Naruto. ¿Qué tal si organizamos una fiesta de Halloween?"

"¡Genial idea!" dijo Bailarina Vendaval, ya emocionada por la idea de bailar en una fiesta. "¡Hagamos una fiesta que los clones no olviden!"

Bajo la dirección de Shikamaru, quien también fue llamado para ayudar, organizaron rápidamente una celebración en la plaza central de Konoha. Filo Nocturno se encargó de decorar con sombras espectrales, Puño de Tierra ayudó a levantar grandes decoraciones de piedra, mientras que Bailarina Vendaval y Colmillo Añil se encargaron de entretener a los aldeanos con demostraciones de jutsu.

Los clones fantasmales, atraídos por el ambiente festivo, comenzaron a aparecer. Uno de ellos flotó hacia Naruto y dijo: "Solo queríamos divertirnos, ¡nada más!"

Naruto suspiró de alivio. "Así que todo lo que querían era una fiesta..."

La noche continuó con todos los aldeanos, ninjas y clones fantasmales disfrutando de los juegos, dulces y bailes. Colmillo Añil deslumbró con su demostración de espadas en el aire, mientras que Bailarina Vendaval hizo girar a los clones con sus movimientos fluidos. Filo Nocturno, en su estilo oscuro, desafió a los clones a una carrera de velocidad entre las sombras, y Puño de Tierra les mostró cómo esculpir calabazas gigantes con su control sobre la tierra.

Cuando el reloj marcó la medianoche, los clones, saciados de dulces y diversión, comenzaron a desvanecerse uno por uno, satisfechos con la celebración. Naruto, agotado, se desplomó en una silla, mirando cómo la aldea volvía lentamente a la normalidad.

Tsunade apareció justo en ese momento, cruzada de brazos y con una expresión de desaprobación. "Naruto... la próxima vez, si quieres organizar una fiesta de Halloween, ¡hazlo sin invocar fantasmas!"

Pupila Carmesí, siempre analítico, miró a Naruto y dijo: "Al menos, todo terminó bien. No vuelvas a jugar con tus clones sin pensar en las consecuencias."

Naruto sonrió nerviosamente mientras el resto del equipo se unía a la risa. Filo Nocturno, Pupila Carmesí, Bailarina Vendaval, Colmillo Añil y Puño de Tierra sabían que nunca olvidarían La Noche de los Clones Fantasmales.