"La Noche del Jutsu Maldito"
Era la noche de Halloween en Konoha, y como todos los años, las calles estaban adornadas con farolillos en forma de calabaza, telarañas de mentira y esqueletos colgantes. Los aldeanos disfrazados paseaban alegremente, pero había un grupo de ninjas que se preparaba para algo más oscuro. Naruto, Sasuke, Sakura y Shikamaru habían recibido un encargo especial esa noche: investigar un templo abandonado en el bosque, un lugar envuelto en leyendas de un antiguo jutsu prohibido.
La luna llena iluminaba el sendero, y el viento helado hacía crujir las hojas bajo sus pies. “No sé ustedes, pero tengo un mal presentimiento”, dijo Shikamaru, mientras bostezaba por el cansancio de tener que trabajar en un día festivo. Naruto, por otro lado, estaba emocionado. "¡Qué mal presentimiento ni qué nada! ¡Será una misión como cualquier otra! ¡Además, soy el Hokage!", gritó, aunque en el fondo, también sintió ese escalofrío que recorría su espalda.
Al llegar al templo, la puerta de madera vieja rechinó mientras la abrían. Una oscuridad espesa envolvía el lugar, y el aire tenía un olor extraño, como un moho mezclado con algo más... algo que nadie podía identificar. De repente, un ruido sordo resonó desde el interior. Sasuke, siempre más serio, frunció el ceño. "Cuidado, algo se acerca".
De las sombras, apareció una figura encorvada, con una túnica rota y el rostro cubierto por una máscara aterradora. "Bienvenidos... ninjas de Konoha", dijo la figura con una voz distorsionada. "He estado esperando... por ustedes".
Naruto se adelantó con Valentia. "¿Quién eres tú? ¡Sal de las sombras y enfrenta al futuro Hokage de la Aldea Oculta entre las Hojas!". Pero antes de que pudiera reaccionar, la figura levantó una mano y lanzó un pergamino viejo hacia ellos. El pergamino cayó al suelo y, de repente, se abrió solo, liberando una nube oscura que rodeó a los cuatro ninjas.
En un abrir y cerrar de ojos, los cuatro estaban en otro lugar... o al menos eso parecía. El templo se había transformado en una casa embrujada, pero algo estaba terriblemente mal. Todo se veía distorsionado, las paredes eran interminables y cada puerta que abrían llevaba a un cuarto más extraño que el anterior. "¿Qué está pasando aquí?", preguntó Sakura, mirando a su alrededor con preocupación.
Shikamaru suspir. "Esto es un genjutsu. Pero no es cualquier genjutsu... algo lo hace más real".
De repente, una risa macabra resonó por la casa. "Bienvenidos a mi juego. Si logran salir antes de la medianoche, estarán a salvo. Si no... quedarán atrapados aquí para siempre, con sus peores pesadillas".
Naruto intentó usar su Rasengan para romper las paredes, pero cada ataque rebotaba como si el espacio fuera indestructible. Sasuke, con su Sharingan, pretendía encontrar el punto débil del genjutsu, pero cada vez que lo intentaba, la ilusión se distorsionaba más, haciendo todo más confuso. Sakura, mientras tanto, comenzó a oír voces que susurraban su nombre, y Shikamaru notó que la sombra del lugar no se comportaba de manera normal.
La tensión aumentó, hasta que finalmente, Naruto, frustrado, gritó: "¡No podemos quedarnos aquí para siempre! ¡Debe haber una manera de salir!".
Fue entonces cuando Shikamaru tuvo una idea. "Este genjutsu no está hecho para matarnos. Nos está manipulando. Si es Halloween, tal vez… solo quiere asustarnos. Si nos enfrentamos a nuestras peores pesadillas y no les damos poder, podríamos romper el jutsu".
Uno a uno, el equipo enfrentó sus miedos. Sasuke se enfrentó a la visión de Itachi reprochándolo una vez más. Sakura vio a Naruto y Sasuke desaparecer, dejándola sola, mientras que Naruto tuvo que enfrentarse a una versión oscura de sí mismo, riéndose de su sueño de ser Hokage. Pero al final, todos lograron superar sus miedos y el genjutsu comenzó a desmoronarse.
Con un último grito de furia, la figura encapuchada apareció de nueva. "¡Malditos sean! ¡No pueden escapar de mí!".
Pero antes de que pudiera lanzar otro ataque, Shikamaru lo detuvo con una técnica de sombras. "Demasiado tarde. Tu tiempo se acabó".
La figura se disolvió en humo y el templo volvió a su estado normal. Exhaustos, los cuatro ninjas salieron a la luz de la luna, donde el aire fresco los recibió con alivio. Naruto se echó a reír. "¡Les dije que sería fácil!", aunque su risa era nerviosa.
Sasuke rodó los ojos. "Aún así, me alegra que haya terminado. Halloween no es mi tipo de diversión".
Shikamaru suspir nuevamente. "Definitivamente, esto fue más problemático de lo que debería haber sido".
Y con eso, volvieron a Konoha, donde la fiesta seguía. Aunque esta vez, ni Naruto tenía ganas de más travesuras.
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